viernes, 5 de octubre de 2007


Alguien me dijo de una manera un tanto especial que las personas aparecen en nuestras vidas por algún motivo que no están ahí por ninguna razón. Me dijo: “Las personas están en tu vida por una razón, por una estación o por una vida entera y cuando sepas el motivo de cada persona sabrás que hacer con ella ”.

Las que están por una razón están ahí generalmente porque tú has demostrado que tienes alguna necesidad y ellas vienen para ayudarte en tus dificultades, darte apoyo físico, emocional o espiritual. Cuando encuentras a esas personas sientes que te han dado un gran regalo. Están ahí por la razón que tú necesitas que estén. Por ello, sin que tú hagas nada malo y sin ninguna razón dirán o harán algo que tú no apruebes y la relación llegará a su fin. Lo que debemos entender es que nuestras necesidades han sido atendidas y su trabajo ha llegado a su fin.

Cuando las personas entran por una estación es porque llegó el momento de crecer, repartir y aprender, ellas te harán sentirte en paz y te harán reír. Te podrán enseñar a hacer cosas que jamás has hecho y recibirás mucho placer. Lo que debes saber es que es sólo por una estación.

Y cuando las personas entren para una vida entera... te enseñarán lecciones que te ayudarán toda tu vida, te ayudarán a entender lo que debes construir para tener una formación emocional sólida. Cuando lleguen esas personas tu tarea es aceptar la lección, amar a esas personas y poner en práctica todo lo que has aprendido por alguna razón o estación.

“El amor es ciego, la amistad es clarividente.”

No hay comentarios: